Reos muertos en incendio de cárcel de San Miguel podrían terminar en una fosa común
La denuncia fue realizada por la "ONG 81
Razones" que reúne a los familiares de las víctimas. El vocero de la
organización asegura que el primer gobierno de Sebastián Piñera se comprometió
a mantener las tumbas de por vida y de forma gratuita
Intranquilos se encuentran los familiares de los 81 internos que murieron calcinados en la cárcel de San Miguel el 8 de diciembre de 2010, luego de saber que están peligrando las sepulturas donde hoy están enterrados.
Intranquilos se encuentran los familiares de los 81 internos que murieron calcinados en la cárcel de San Miguel el 8 de diciembre de 2010, luego de saber que están peligrando las sepulturas donde hoy están enterrados.
César Pizarro, hermano de uno de los fallecidos y
vocero de la "ONG 81 Razones", detalló a La Tercera, que la
mantención gratuita y de por vida de las tumbas fue una promesa del gobierno,
en ese entonces de Sebastián Piñera. Sin embargo, hoy aseguró que esa promesa
no se ha cumplido, pues desde el 2015 que él y los demás familiares comenzaron
a recibir mails y llamadas desde el Parque del Recuerdo, reclamando el pago de
mantención de las tumbas o de lo contrario la amenaza de trasladar los cuerpos
a una fosa común.
“Y el gobierno en el SML se comprometió a pagar
indefinidamente los gastos de los presos”, insistió.
Fue en ese momento donde Pizarro comenzó a buscar
explicaciones, contactándose con Álvaro Pérez, abogado del Ministerio de
Justicia, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
La respuesta fue con un mail donde el jurista escribió
que “con relación a las cuotas de mantención el Ministerio de Justicia no
cuenta con las atribuciones legales para pagar dichos montos (…).
“Dijeron que lo iban a ver en la Municipalidad. Con
eso no pasó nunca nada. Tuvimos reuniones. Con cada autoridad que hablamos, con
Tulio Arce, con el Director Nacional de Gendarmería. Pero las autoridades
terminaban sus periodos y las reuniones de los 81 quedaban en nada. Siempre nos
decían lo mismo: “Lo vamos a ver, lo vamos a ver”, dijo César.
AMENAZA
El tiempo pasó y hasta hoy todos los familiares siguen
recibiendo los mails y llamadas exigiendo el pago de las mantenciones de las
sepulturas. Pero lo que más los angustia, dice César Pizarro, fue la amenaza
del parque de enviar los cuerpos a la fosa común.
“Me
dijeron que si no pagaba iban a pasar a mi hermano a una fosa común. Al resto
de las familias también las están amedrentando, amenazándolas. Casi todos los
parientes tienen trabajos de obreros, es complicado. Y ni ellos ni nadie se
imagina el dolor de una madre que sabe que a su hijo en cualquier momento lo
pueden tirar a una fosa común”, agregó
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